Innovación disruptiva vs. mejora continua

innovación disruptiva
La innovación disruptiva es un término que cada vez se escucha más a menudo en los consejos y comités de dirección de las empresas. Los líderes de las organizaciones aspiran a ello sin tener muchas veces claro de qué se trata y cómo lograrlo. En este artículo explicamos en qué consiste la innovación disruptiva y en qué se diferencia de la mejora continua.

¿Qué es la innovación disruptiva?

Existen multitud de definiciones de innovación disruptiva. Desde el estudio y nuestra experiencia, la innovación disruptiva es un tipo de innovación que cambia radicalmente un mercado o industria, creando una nueva forma de hacer las cosas que es mejor y más accesible para los consumidores.

7 innovaciones disruptivas

A lo largo de la historia no ha habido demasiadas innovaciones disruptivas. Algunas de las más significativas son:
  • El fuego. Utilizado por el ser humano durante miles de años para cocinar alimentos, calentar espacios, iluminar áreas y protegerse de animales peligrosos.
  • La rueda. Fundamental para el desarrollo de la agricultura, el comercio, el transporte y la existencia de muchísimas máquinas.
  • La escritura. Ha permitido la transmisión de ideas y conocimientos de generación en generación.
  • La imprenta. Ha posibilitado la reproducción de textos y gráficos y la difusión masiva de información y conocimiento.
  • La máquina de vapor. Ha facilitado la automatización de una gran cantidad de procesos productivos y ha transformado la manera en que se produce y se transporta la energía.
  • La electricidad. Ha permitido el funcionamiento de una gran cantidad de tecnologías y ha transformado la manera en que vivimos y trabajamos.
  • Internet. Ha cambiado radicalmente la manera en que nos comunicamos, accedemos a la información y comerciamos.

¿Es posible para las organizaciones conseguir innovaciones disruptivas?

Aunque muchos directivos emplean este término en sus comunicaciones, no es nada fácil conseguir innovaciones disruptivas. Todas las disrupciones anteriormente mencionadas fueron culminadas por alguien. Sin embargo, no puede considerarse un trabajo en solitario, sino que es el proceso acumulativo de pequeños pasos que van dando unos y otros y que culminan con un logro concreto. Así, por ejemplo, internet no fue la innovación del muy conocido Vint Cerf, sino que éste se apoyó en los trabajos y conclusiones de Paul Baran, quien a su vez se fundamentó en los trabajos de Kleinrock y así podríamos continuar. Sin olvidar de la guinda que le puso Tim Berners-Lee con el lenguaje HTML que facilitó el intercambio de información y de creación de lo que hoy llamamos páginas web.

¿En qué se diferencia la innovación disruptiva de la mejora continua?

Hay diversas formas de clasificar la innovación. Si nos centramos en el impacto que tienen, podríamos catalogarla de la siguiente manera:
  • Innovación disruptiva: crea nuevas industrias y mercados.
  • Innovación radical: crea nuevos modelos de negocio.
  • Innovación incremental: modifica los modelos de negocio existentes.
  • Mejora continua: mejora la eficiencia, usabilidad, y, por tanto, experiencia de los usuarios de los productos o servicios existentes

Conoce la diferencia entre mejora continua e innovación

Si tenemos en cuenta esta estructura, podemos ver la innovación como una escalera de aprendizaje de doble entrada. Por un lado, tenemos la actitud y, por el otro, tenemos la experiencia y los resultados. Se trata de llevar a la práctica la expresión que casi todo directivo conoce, pero que muy pocos aplican de “piensa en grande, actúa en pequeño”. En este sentido, si tomamos el pensamiento “grande” y lo fragmentamos, probablemente obtengamos distintas opciones de innovaciones radicales, que a su vez fragmentaremos para obtener posibles innovaciones más pequeñas, que podríamos etiquetar como incrementales. Y si cada una de estas posibles innovaciones etiquetadas como incrementales por sus características de impacto, riesgo y dificultad las fragmentáramos de nuevo hasta concretar pequeñísimos pasos que nos acerquen hacia ese pensamiento “grande” obtendríamos mejoras continuas, pues no cambian mucho del producto o servicio inicial, pero lo mejoran lo suficiente como para generar una mayor satisfacción en el cliente o usuario. Por todo ello, desde nuestra óptica la mejora continua es innovación. Si, por ejemplo, a un producto continuamente le vamos mejorando el peso, la ergonomía, la simplicidad, etc. lo iremos modificando poco a poco hasta que, al cabo de un tiempo, si comparamos el producto origen y el actual observaremos la enorme transformación que hemos conseguido. 

¿Cómo innovar en una empresa? 

La innovación no es magia, es foco, perseverancia y aprendizaje. El primer paso para innovar en el ámbito empresarial es conocer el detalle de la cultura de tu organización (o, mejor dicho, las diferencias entre las diferentes culturas que hay en toda organización), identificar dónde están los aceleradores y frenos que te permitan estimular dentro de tu empresa la curiosidad, la imaginación, la creatividad y la experimentación, habilidades imprescindibles para generar innovación. Conocer el detalle de nuestra cultura ante el reto de la innovación no es fácil, pues no hay tantas herramientas especializadas en estos dos conceptos juntos. InnoQuotient es una herramienta única para diagnosticar la cultura de innovación de las organizaciones, basada en un modelo sólido y robusto, desarrollado por dos académicos de Babson College, validado estadísticamente por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y publicado en el MIT Sloan en 2013.